Estos gusanos parásitos viven en el intestino, que está protegido por una gruesa capa de mucosidad intestinal.
Para poder estudiar estas enfermedades provocadas por lombrices, los investigadores han estado trabajando con un modelo de ratón, y han puesto a prueba formas de curar a los ratones afectados por la lombriz Trichuris muris. Este gusano está estrechamente relacionado con el equivalente humano, el Trichuris trichiura.
Lombriz parásita. (Foto: U. Manchester)
En una investigación anterior, se comprobó que los ratones que eran capaces de expeler ese gusano de los intestinos, producían más mucosidad intestinal. Y, un dato clave, resultó que la mucosidad intestinal de estos ratones contenía la mucina conocida como Muc5ac.
El equipo de los Dres. David Thornton y Richard Grencis y la Dra. Sumaira Hasnain, comprobó cuán importante es la Muc5ac durante la infección por lombrices. La comprobación se hizo utilizando ratones que carecían del gen necesario para producir la mucina Muc5ac. Los autores del estudio constataron que los ratones genéticamente incapaces de producir esa mucina también eran incapaces de expeler las lombrices, a pesar de presentar una respuesta inmunitaria fuerte contra estos parásitos. Esto produjo infecciones a largo plazo.
Además, descubrieron que la razón para la importancia de la Muc5ac es que resulta tóxica para los gusanos y daña severamente su salud.
En el estudio, se descubrió que la Muc5ac es también esencial para expulsar fuera del intestino con eficacia a otros tipos de gusanos que causan problemas de salud a cerca de mil millones de personas en todo el mundo, y que provocan la muerte en algunos casos.
Esta investigación puede, por tanto, ayudar a identificar qué personas son más susceptibles a las lombrices parásitas y deben adoptar medidas especiales de prevención, y podría acabar conduciendo a nuevos tratamientos para personas con infecciones crónicas por lombrices intestinales.